El resultado en nuestras casas
fue muy grato, porque aprendimos datos importantes y también creamos conciencia
en nuestras familias. Ahora en nuestras casas se preocupan más por nuestro
planeta y ven la forma de contribuir al gran cambio.
Por otra parte, cuando
pegábamos los carteles en los parques hubo algunas personas que nos
felicitaron. Nos dijeron que era bueno ver que los jóvenes se preocupaban por
el mantenimiento de esos espacios y buscaban la forma de ayudar. Esto nos
alegro porque pudimos observar que en verdad los motivaban nuestras acciones.
También los niños se interesaban en los dibujos de los carteles y se los
mostraban a sus padres.
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